“Dave Lizewski no era el nerd o el atleta de la clase. No era el payaso o alguien de la clase, pero era un fan de los comics. Un día se puso un disfraz de superhéroe y le patearon el culo”.
Kick-ass es un comic creado por el guionista Mark Millar (Ultimate X-Men, Wolverine, Superman: Hijo Rojo) y el dibujante John Romita Jr. (Iron Man, The Amazing Spider-Man). Nos narra la historia de Dave Lizewski, un joven tan común como cualquiera de su edad, pero con una pasión por los comics un poco fuera de lo normal, tanto así que un día decide vestirse de superhéroe y luchar contra los villanos para defender a la gente que lo necesita.
La historia comienza cuando Dave se da cuenta de que a pesar de haber millones de personas en el mundo que son amantes de superhéroes y comics, nadie se ha atrevido jamás a vestirse como uno y realmente hacer algo por la humanidad, así que él decide hacerlo. Pero las cosas no resultan fáciles para un joven sin grandes habilidades físicas, y en el primer intento por ayudar a los débiles recibe la golpiza de su vida. Cualquiera en su sano juicio decidiría dejar este intento de héroe y simplemente volvería a la vida cotidiana, pero para nuestro protagonista una derrota no implica abandonar un sueño. Decide volver a colocarse el traje y sus ansias de lucha lo dirigen a un nuevo objetivo, un hombre que está siendo agredido en una pelea callejera a quien logra salvar a pesar de todo.
El triunfo es grabado por un transeúnte que decide subirlo a youtube, gracias a eso Dave obtiene fama mundial y lograr ser conocido bajo el sobrenombre de kick-ass (Sin que nadie sepa que bajo esa máscara es tan solo Dave Lizewski). A lo largo de la historia, Dave conoce a otras personas que también han decidido usar un traje y combatir el crimen, pero que a diferencia de él las habilidades físicas que tienen, dejan a Dave como un enclenque y debilucho (pero claro es solo un estudiante, que más se puede pedir). Así conoce a Hit-girl y Big Daddy, dos superhéroes que tras años de entrenamiento y experiencia han alcanzado un nivel extraordinario de fuerza y agilidad.
Kick-ass no nos presenta a un joven con fuerza extraordinaria, velocidad inhumana o inteligencia excepcional, nos entrega un personaje con el que podemos identificarnos y decir: ¡Ey, yo soy así! Dave tiene miedos y sueños, comete errores (que en muchos casos casi le cuestan la vida) y con frecuencia sus problemas lo perturban al límite de la locura. Pero su locura y avidez son parte de esa personalidad que lo transforma en un superhéroe, es parte de su alma y de todo lo que lo hace humano. Logra vestirse con las ganas que todos hemos tenido alguna vez de salir al mundo y solucionar todo lo que está mal, o al menos salvar una vida en el intento.
Además de la historia y personajes muy bien hechos. El dibujo de John Romita Jr. y el guión de Mark Millar son muy fáciles de digerir y disfrutar. Las escenas de peleas logran entregar la cuota de sangre a quienes nos gusta este tipo de historias, y tal vez nos deje algún tornillo suelto que nos despierte las ganas de salir a salvar al mundo o al menos el morbo que todos tenemos por ver un cráneo sangrante en una historieta. En tan sólo 8 tomos, Kick-ass se cuenta solo. No es necesario de más ni de menos, porque la precisión nos deja satisfechos.
Ahora bien, la adaptación cinematográfica del comic, es otra historia (literalmente). La película comienza con la trama inicial, pero a medida que avanza se convierte casi en una historia distinta como un mundo paralelo con muchos detalles que se alejan del comic y, personalmente, creo que le quitan esa chispa y encanto que está impregnado en las páginas. Pocas escenas sangrientas, mucha ropa y escenas felices, situaciones que no realzan el sentido único y crudo que nos entrega el comic.
Desde que lo leí, este comic se ha transformado en uno de mis favoritos. Tal vez no tiene una gran historia con muchos personajes y poderes increíbles, de hecho la sangre es lo que más se logra apreciar dentro de las páginas, pero kick-ass despierta en mi, ese sentido de aventura, esas ganas de salir a la calle y demostrar que si se puede luchar, que es posible que no ganemos y que nos masacren al primer intento, pero que al menos lo intentamos. No sólo es algo físico, son las ganas internas que tenemos de seguir adelante y que a pesar de que parezca una locura volver a competir después de tanto sufrimiento, retomemos nuestro objetivo y nos vistamos de superhéroe. Kick-ass nos da la posibilidad de sentirnos identificados con un joven común y corriente que a veces tan solo desea salir corriendo en el sentido contrario para salvar su pellejo, pero que al final hace todo lo que más de alguno ha querido hacer; patearle el trasero a nuestros enemigos.