Parece raro ver una película como Pacific Rim. No por el hecho de los temas que trata, o los recursos que usa para mostrarlo, si no es la seriedad con la que se toman. Pacific Rim es una película que no se toma en serio a sí misma. Y eso es un hecho que voy a agradecer por siempre.
La humanidad está en plena guerra contra una raza de monstruos interdimencionales gigantes denominados Kaijus, seres que gracias a un portal situado en medio del océano pacifico pueden transportarse entre su dimensión de origen y la nuestra. Para poder plantar cara a esta potencial amenaza, la tierra se embarca en la construcción de robots gigantes, denominados Jaegers, consumiendo gigantes cantidades de recursos para su construcción.
Los pilotos, 2 requeridos en un enlace neuronal, son tratados como rockstars por la humanidad, que al fin ve una luz de esperanza. Pero los ataques comienzan a hacerse más frecuentes, haciendo replantear a la humanidad su estrategia.
Guillermo del Toro ha dicho hasta el cansancio que este es su homenaje a las películas de monstruos gigantes y series robots. Pacific Rim no es una película seria, con temas profundos o personajes complejos. Es entretenimiento puro, tal como lo eran sus influencias. Juega con los guiños de los primeros minutos, donde hay tomas de los Jaegers que recuerdan a Ironman 28 o Mazinger. Donde los Kaiju son bípedos en su mayoría, como las amenazas que enfrentaba Godzilla por allá en los años sesenta.
Así, nos damos un paseo por los mitos de un genero antiguo en el cine fantástico (Kaiju es la palabra japonesa que define las películas de monstruos) pero que se unen a otros pasiones del director. El origen “dimensional” de los monstruos es similar a los de Cthulhu, obra de Lovecraft. Gypsy Danger se prepara para pelear de la misma forma que lo hace el robot protagonista de esa gran película de culto que es Robot Jocks.
Podría seguir y seguir haciendo referencia por que la película de Del Toro las tiene a más no poder. Y esa una de sus grandes virtudes: actualizar un cine añejo y hacerlo entretenido y dinámico si caer en las tonteras que por ejemplo callo Transformers de Michael Bay.
En definitiva, Pacific Rim es una producción ligera, pero no por ello no deja de entretener y sobretodo impactar, ya sea por cuidada línea de diseño e iluminación, como por su acción, o simplemente por lo que hace falta ver a un par de criaturas gigantes darse de piñas con la ciudad de Hong Kong de fondo. Algo simple y entretenido.
1 comentario
Es entretención pura! Concuerdo con eso