Cinéfila, melómana, comunicóloga, adicta a tomar fotos, soñadora, me encanta ver la Luna, colecciono cámaras antiguas y objetos viejos, disfruto el otoño y el invierno, y me encanta la moda de los 40’s, 50’s y 60’s. No tengo mucho que decir, sólo tengo mucho que mostrar.
Mis padres decidieron registrarme con dos nombres muy comunes en mi país. Me llamo Paola Patricia López y vivo en la hermosísima y colonial ciudad de Morelia en el estado de Michoacán. Tengo 21 años y capturo lo que mis ojos ven y mi corazón siente a través de una cámara. Quiero que algo mío perdure después de la muerte, es por eso que colecciono recuerdos, lugares, rostros, memorias, y sentimientos.
Más que un estilo, mis fotografías reflejan mucho de mi personalidad. Me deleitan mucho los resultados de la fotografía antigua, es por eso que recurro a lo análogo; puesto que siempre he considerado que nací en la época equivocada. Esto además, porque ha habido personas especiales en mi vida que me han comparado con una cámara análoga “Paola, eres como una camarita análoga: complicada, especial, valiosa, difícil de encontrar, y siempre sorprendiendo a los demás”.
Prefiero lo independiente que lo comercial. Si me preguntaras acerca de fotógrafos famosos no te sabría contestar. Prefiero admirar a fotógrafos independientes que encuentro en Flickr. No estoy al tanto de muchos artistas del mundo muy bien, porque tanta gente quiere tomar fotos como ellos y yo sólo busco mi propio estilo. Sólo te puedo asegurar que mucho de mi trabajo está inspirado en el fotógrafo David Hamilton. Sigo la corriente Hamiltoniana y me autorretrato pensando en el personaje de Lolita de la novela del escritor ruso Vladimir Nabokov. Por tanto, podemos decir que busco el lado erótico, pervertido e inocente al mismo tiempo en mis fotografías personales. En lo que a las demás fotografías en las que aparecen otras personas, lo hago por capturar la composición del momento y lugar alrededor de mis modelos.
Empecé a involúcrame en el mundo de la fotografía hace aproximadamente cuatro años. No recuerdo de donde salió esa inquietud, pero descubrí que no era tan mala haciéndolo.
Tomo fotos porque se ha convertido en una necesidad para mí. Ocupo tomar fotos para sentir que hago algo bien, aunque a veces el resultado no es favorable. Cuando tomo retratos lo primero que hago es imaginar, después busco una buena perspectiva, y por último me ocupo del material extra para personalizar mi fotografía.
En cuanto a mostrar mi trabajo se refiere, sólo lo muestro a personas de confianza. Esto porque lo hago para mí, y nada más.
Como todos dicen “la fotografía es un medio para expresarte” es cierto, pero para mí no lo es todo: es también mi forma de ver al mundo plasmándolo en una imagen palpable y visible por todos.
Uso dos cámaras principalmente: una Pentax K100; y digital, una Sony Alpha 300.