De mi cabeza a la cámara a la foto. Intento crear escenas que tengan algún encanto y por eso soy selectiva con lo que retrato. Cuando no tengo una cámara en las manos tengo todas las ideas del mundo y cuando la tengo, siento que nada me satisface.
Con el tiempo he logrado adoptar una visión extranjera hacia lo que percibo; mirar a través de otros ojos para crear. Las cámaras análogas me fascinan por sus resultados tan impredecibles, la calidad etérea con la que terminan las fotos, lo bien que se puede manipular cada aspecto de ésta y la gran variedad de accidentes que pueden llegar a ser magníficos.
Me inspira el anonimato, los diseños florales, ciertos seres humanos, el sol, la nostalgia y lo desconocido. Mi primer amor fue una Yashica FX-3 que no tenía el mejor aspecto pero con la que compartí los mejores momentos. Actualmente no sé su paradero pero espero que se encuentre bien o que por lo menos no esté sola. He experimentado con muchas marcas, lentes y tipos de película. Mi colección, antes los ojos de cualquiera, se podría describir como “desorganizada” por tanta diversidad y tanta cámara fenecida, pero así me gusta: hay algo para cada momento. Actualmente utilizo una Canon AE-1 y cuando no quiero pasar trabajo, mi Diana Mini.
Mi nombre es Jennifer Brunet. Soy de Puerto Rico y tengo 23 años, aunque ya mismo cumplo otro más y estudié Historia del Arte al igual que Francés.