Pasaron más de 20 años, era un broca cochi cuando mis pailas percibieron por primera vez las voces de los tipejos pulentos que habían re-escrito la historia de la música.
Y llego el día, el 11 de Mayo del 2011; y este, mi primer post en Disainerds va para los que no tuvieron la suerte de vivirlo, solo una pequeña historia de cómo un tipo como ustedes sintió esa inolvidable vivencia…
A las afueras del estadio el ambiente no se percibía muy movido, el nerviosismo, las ansias eran más comunes que la efervescencia, filas interminables de todo tipo de personas, de todas las clases, de todas la edades. Ya habían pasado varias horas desde que habíamos llegado, con envida (y tirando garabatos al aire) escuchábamos la prueba de sonido que sólo algunos pocos con bolsillos más abultados o sin miedo al endeudamiento pudieron presenciar…fue un golpe mortal…a lo lejos se podía oír esa voz, la que tantas veces hemos reproducido en tantos formatos, esa voz que uno sabe que es “la voz”. Fueron varios minutos de corear en la fila, de animarse un poco más y pretender saber que es lo que se venía.
Ya entrada la noche, se hicieron notar los primeros síntomas de aburrimiento, las primeras manifestaciones de saber que algo puede salir mal, ese sentimiento propio del chileno, una cosa casi innata con la que nacemos y nos obliga a estar preparados para el caos tercermundista (jaja!)…pifias, gritos e improperios hacia las personas que resguardan el orden, a los organizadores…nadie sabía que pasaba, por qué sólo algunos podían hacer ingreso al estadio, y claro, quedó la cag*. Las filas se rompieron, los carabineros hicieron de las suyas y como pocas veces, le atinaron bien. Ellos mismos ordenaron nuevas filas y empezamos recién a avanzar, a hacer ingreso, con la guata llena de cosas (papas fritas, bebida, sángushes, nervios, etc.).
El grupo de personas con las que finalmente nos juntamos era bien variado, desde los 12(mi hermano menor) hasta los 60 años(la mamá de un amigo), tomamos ubicación por allá lejos en la galería. Esos momentos fueron eternos, viendo el escenario me di cuenta por primera vez dónde estaba y lo que estaba a punto de vivir, la sensación de grupo se fue opacando de a poco, cada vez me sentía más inmerso en lo que me provocaba estar sentado ahí, en las alturas, despreocupado por los weones que empujan, las patadas, que no veo, que oye! súbeme, que blabla, estaba tranquilo, muy tranquilo.
Pafff!!!!…luces por aquí y por allá y entra el mismísimo, el pulento, con una “caminá de aquí te las traigo Piter” como diría cualquier señora jajaj…y de ahí todo fue mágico, soñado, esperado, alegre, llorado(muy muy muy llorado)…
Las emociones iban y venían, así como la sensación de grupo, incluso el mágico y hermoso sentimiento de tener a la persona que amas a tu lado…En canciones todo era gritos, disparates, cantar muy alto y quedar sin voz!, abrazados unos con otros coreando al unísono aquellas inmortales canciones; en otros momentos se hizo inevitable no caer en el romanticismo de abrazar, besar y emocionarse con canciones que han sido parte del “soundtrack de nuestra vida juntos”. Así también, en algunos pasajes del concierto, caí en el egoísmo puro, me encerré en los recuerdos, lloré como niña chiquita: cómo no, si era parte de mi vida la que bailaba en forma de melodías por el aire frente a mis ojos, era recordar tiempos distintos, era verme siendo un niño de 7 años, uno que no fue influenciado por un adulto a escuchar la música de The Beatles, uno que solito encontró un mundo en el que podía pasar horas y horas solo… me vi en esas tardes enteras sentado frente a una radio pequeña donde el caset se rebobinaba una y otra vez, poniendo la oreja pegada al parlante por horas, escribiendo después las letras de las canciones tal y cual como las escuchaba para poder cantarlas… esas imágenes iban y venían, se mezclaban con la hermosa imagen de un estadio a oscuras iluminado por la luz de los celulares y las camaras encendidas, todas ordenaditas, titilando como estrellas…
Para un “como yo”, fue la experiencia soñada, la única que creo haber tenido nunca, la única que creo haber soñado desde tanto tiempo atrás.
Imágenes, recuerdos, sensaciones, emociones, abrazos, llantos y besos.