Sin armas, encerrado en un sanatorio donde los internos tienen el control y solo con una video cámara para captar la verdad. Esa es la realidad de Outlast.
El género de terror en el mundillo de los videojuegos ha ido en bajada desde hace ya un par de años. La forzada evolución de Resident Evil en un juego de acción o la falta de compromiso en el último Silent Hill ha dejado un nicho que creía que podía ser llenado por nuevas sagas, como Dead Space, pero la misma distribuidora (EA) ha dicho otra cosa con la tercera entrega.
En el caso de PC, el género lleva una extraña revitalización a manos de desarrolladoras “indies” que han sabido tomar riesgos: Amnesia: The Dark Descent o Slenderman son hits que dan cierta esperanza a los fanáticos del genero.
De la mano de Red Barrel (compuesta por veteranos de la industria que trabajaron en Prince of Persia, Army of Two o Uncharted) llega este Outlast, hibrido entre una aventura en primera persona con tintes de suvirval horror y con muchos sustos, muchos.

En un manicomio situado en las montañas, llega Miles Upshu, un reportero en busca de la verdad detrás del sitio. Solamente con una cámara y unos enormes cojones, Miles de adentrara en un sitio donde la locura, lo desagradable y el horror se mezcla en una bizarra aventura. ¿Qué esconde el Sanatorio? ¿Por qué los internos están a cargo del lugar? ¿Quién es el autor toda esta locura?
Miles recorrerá el lúgubre sitio para responder preguntas, pero los habitantes del infernal lugar trataran de impedirlo. La jugabilidad se basa en buscar en cada rincón del sanatorio en busca de pista y grabarlas gracias a nuestra cámara, la cual posee una visión nocturna bastante útil a la hora de ver en la oscuridad. El problema es que la cámara necesita baterías para poder funcionar y es necesario buscarlas en el sanatorio, lo que incrementa las posibilidades de encontrarse con algún maniático. Miles no es un soldado, ni un ninja ni nada remotamente parecido. Miles es una persona normal que no tiene habilidades para el combate por lo que está a merced del peligro y sus únicas armas serán el sigilo, la prudencia, el par de piernas para correr y su cámara para encontrar la verdad.

Durante el recorrido, les aseguro sustos que los harán saltar de su asiento, situaciones muy escabrosas y momentos de tensión máxima.
Respecto al apartado técnico, Red Barrel se decanto por el uso de Unreal Engine 3, por lo que será compatible con la mayoría de configuraciones de PC. El uso de filtros esta bastante bien logrado y de verdad parece que se esta grabando con una cámara. El sonido es de primera linea, donde los pasos y los gritos de conjugan de muy buena manera con una tensa música. Ademas, la misma Red Barrel ha confirmado que hay una versión de PS4 para el próximo año.
Si quieres un titulo que te haga volver a sentir lo que el primer Silent Hill, Outlast puede ser el indicado. Puede ver la primera hora y media de juego en el stream que hicimos hace un tiempo y comprobar que la recomendación no es gratuita.
