En ingles, el termino Sucker Punch está ligado a golpes tan rápidos y devastadores que no nos dejan reaccionar o también a los golpes a traición. El afiche de la película dice “no estás preparado” y es por una buena razón: ningún tráiler o reseña puede condicionarte para ver las imágenes de Sucker Punch. Así de simple.
En 1955, una mujer muere y deja herencia a sus dos hijas. Esto enfurece al padrastro de estas, que en un arrebato de violencia golpea a ambas y asesina a una en el proceso. Para mala suerte de la única hija viva, el padrastro ha conseguido echarle la culpa de la muerte de su hermana, y es condenada a pasar por una institución mental. Una vez ahí, su suerte sigue empeorando, ya que dentro de cinco días será sometida a una lobotomía que le borrara todo lo pasado con anterioridad, y por supuesto, su padrastro saldrá libre de culpas.
En la institución mental, la protagonista, se refugia de la cruda realidad en una alternativa, donde ella es la recién llegada a un burdel/prostíbulo, donde su nombre artístico esBabydoll y su virginidad será dada dentro de cinco días al “Apostador”. Para salir de ese predicamento, haya un plan de escape que incluye un mapa, fuego, un cuchillo, una llave maestra y una sorpresa que solo se revelara al final de la aventura.
En esta empresa, la ayudaran otras bailarinas eróticas, que en realidad son otras pacientes del manicomio, y que al igual que ella, están condenadas a una vida que no desean vivir. De esta forma, nace un grupo de comandos improvisados, que son bailarinas en un cabaret y además están mentalmente inestables: la menciona Babyboll, Sweet Pea y su hermanaRocket (mi favorita), Blondie y Amber.
Sucker Punch es una película atípica para la gente que no está acostumbrada a cierto tipo de cine. Es una película más de imagen que de argumento. En la proyección a la cual asistí un amigo estuvo a punto de agarrar sus cosas he irse en los primeros minutos de la cinta. Ese es el mayor problema y la vez la gran virtud de Sucker Punch: al principio uno no sabe cuál es el camino que está siguiendo. Los primeros minutos no hay diálogos y las imágenes están acompañadas de versiones remix de temas como “Where Is My Mind” o “Sweet Dreams (Are Made of This)”, lo que causa cierta confusión en el espectador. Similar situación se podía ver en ciertas escenas de Watchmen, también del director Zack Snider. Lo que sigue después es un viaje a través de un montón de escenarios inconexos salvo por las protagonistas, que están adornados por imágenes icónicas sacadas de relatos fantásticos, comics de fantasía, libros de ciencia ficción o un anime japonés. Aquí es donde la película se luce.
Cuando vez en una escena las trincheras de la primera guerra mundial, la catedral de Notre Dame destruida, soldados que son básicamente zombies robóticos impulsados por vapor, robot mecas sacados de un manga japonés y un grupo de mujeres lideradas por una que esta vestida de colegiala, con una espada samurái en una mano y una beretta en la otra, sabes que Sucker Punch guarda más en lo estético que en lo argumental. No quiero decir que la trama de la película sea floja – de hecho cumple a cabalidad con las imágenes que se están mostrando – si no que palidece frente a las poderosas imágenes que ofrece la misma. Salen una cantidad de cosas que yo nunca pensé ver en una sola película, y eso me ha gustado.
En definitiva, Sucker Punch es una película atípica a lo que se está mostrando en los cines últimamente. Bebe más de una vertiente muy generacional, donde los videojuegos, los comics, el manga, el cine oriental y la fantasía son los elementos dominantes. Algunos van a quedar desorientados un poco al ver todos estos elementos en pantalla, quizás saturándola, pero eso es completamente comprensible. Yo no estaba preparado para lo que estaba viendo. Nadie lo está. Pero no se puede negar que al menos por la parte audiovisual, sus entradas ya están pagadas.